Espectáculo de Canto y Danza. Club Amigos del Tango de MTY

El Club Amigos del Tango de Monterrey A.C., fundado el 11 de noviembre de 1977, realiza, como cada año en estas fechas, un homenaje a Carlos Gardel, para recordar el aniversario de su fallecimiento ocurrido el 24 de junio de 1935. Este año, se cumplen 82 del trágico accidente en el que perdiera la vida, junto con sus más cercanos colaboradores. Y a pesar del tiempo que ha pasado, sigue siendo considerado el más grande representante del tango.
Carlos Gardel. Nació el 11 de diciembre de 1890, en Toulouse, Francia, como Carlos Romuald Gardés. Siendo muy pequeño se trasladó con su madre a Buenos Aires, Argentina, donde vivió en el barrio del Abasto. Antes de cumplir los 20 años, ya cantaba en los bares del puerto y fue, por esa época, que cambió su apellido a Gardel. En 1911 conoció a José Razzano, en un café de la ciudad, y decidieron formar un dueto. En esa época cantaba canciones camperas, milongas y estilos. Hacen giras por la provincia y, en junio de 1915, cruzan por primera vez la frontera y viajan a Montevideo, Uruguay, la tierra de Razzano. En diciembre de ese año, ya de regreso en Buenos Aires, después de una función de gala, Gardel y varios amigos van a un salón a bailar y a tomar unas copas y, al salir, unos jóvenes los provocan, se hacen de palabras y uno de ellos saca una pistola y le dispara a Gardel, quien es llevado por sus amigos al hospital. Los médicos deciden que no es necesario extraerle la bala. Y la llevará alojada en su cuerpo por el resto de su vida. Por esa época, conoce en un café, de la calle Corrientes, a un poeta bohemio, Pascual Contursi, que le canta unos versos que escribió y que había adaptado a los compases del tango “Lita”, de un compositor que no conoce, Samuel Castriota. Hay que recordar que en esa época los tangos no tenían letra, sólo música. Gardel contactó al compositor y, después de una serie de arreglos económicos con los compositores, le cambian el nombre a “Mi noche triste”, y la canta en agosto de 1917, en el Empire. La sala rompe en aplausos. La peculiar manera de cantar de Carlos ha encontrado una forma musical y poética para la que es especialmente apropiada.